Empresa transnacional de producción, distribución y almacenamiento de energía, con base en China, necesita habilitar en 3 semanas una oficina para su nueva sucursal en Santiago de Chile. La oficina pre-existente tenía cerca de 20 años de uso y con una distribución más atomizada. Se eliminaron tabiques opacos, se reemplazaron por algunos cerramientos acristalados; se cambió piso solo en nueva sala de reuniones, optimizando y aprovechando el piso existente sobre un 80%. Además de la infraestructura y revestimientos, se incorporó mobiliario, artefactos, redes, vegetación y gráfica.